Baja visión es la condición visual que padece una persona con una reducción importante de su visión, que no mejora utilizando la adecuada corrección en gafas, lentes de contacto e incluso acertados tratamientos médicos, lo que dificulta la realización de actividades en la vida cotidiana.
Según la OMS el concepto de baja visión comprende una agudeza máxima de 0,3 y mínima de 0,05 o un campo visual menor de 20º al mejor ojo y con la mejor corrección posible.
Las patologías más comunes que causan baja visión son: degeneración macular asociada a la edad (DMAE), retinopatía diabética (RD), glaucoma y retinosis pigmentaria (RP).
DMAE: es una enfermedad degenerativa y progresiva que afecta al área central de la retina: la mácula. La mácula es la responsable de la visión que utilizamos para las actividades de la vida diaria como conducir, leer, identificar a las personas, etc. Al afectar al área macular, el campo visual central se ve alterado, por lo que pueden aparecer las líneas onduladas, puntos ciegos, distorsión de las imágenes y otras alteraciones visuales. La enfermedad progresa, y sin tratamiento puede desencadenar la pérdida de visión, afectando a las más simples actividades cotidianas.
Consejos importantes: no fumar, utilizar filtros selectivos, visitar periódicamente al oftalmólogo a partir de los 50 años, sobretodo si se tienen antecedentes familiares, e incluir en la dieta ciertos nutrientes que previenen el riesgo de padecer la enfermedad.
RD: es una complicación de la diabetes. Es la principal causa de ceguera en el mundo occidental. Su aparición depende, sobre todo, del tiempo de evolución de la diabetes y de lo cuidadoso que haya sido el paciente en el control de su enfermedad.
RP: se caracteriza por una pérdida de la visión nocturna y una reducción del campo visual, quedando al final una visión en "cañón de escopeta". En un estado más avanzado, se afectan las células más centrales y aparece una pérdida de la visión a los colores y de la visión central.
Glaucoma: en el glaucoma se engloban un grupo de enfermedades que provocan daño progresivo en el nervio óptico. Esta neuropatía degenerativa de dichas fibras se agrava con el tiempo, el campo visual va disminuyendo hasta desaparecer, si no es tratado, acaba en ceguera irreversible. Es una enfermedad asintomática hasta fases avanzadas y la pérdida de visión no se recupera, por lo tanto, la detección precoz y el correcto tratamiento es la mejor garantía para preservar la visión.
Después de que su oftalmólogo le haya realizado el diagnóstico y tratamiento, nos puede consultar la posibilidad de utilizar una ayuda para baja visión. Evaluamos y cuantificamos la visión que se puede aprovechar. Es muy importante que sepa que no ha perdido la totalidad de su visión, le podemos ayudar a potenciar el que queda con ayudas de baja visión y seguir disfrutando de sus aficiones y costumbres de la vida normal.
La figura del psicólogo es importante para que le acompañe durante la adaptación a esta nueva situación, puesto que el estado psicológico del paciente hace que los resultados con las ayudas de baja visión sean más o menos favorables.
Filtros: lentes especiales que mejoran el contraste y protegen de la luz solar. Pueden ser graduados directamente a su gafa o sino, tenemos unas gafas de sol con filtro para ir sobre su gafa.
Lente magnificadora: lentes con una ampliación de la imagen del 3% al 9%, pudiendo llevar un filtro terapéutico incorporado para mejorar el contraste.
Telescopios: permiten mejorar la visión de lejos, por ejemplo, ver la TV o el nombre de una calle. Pueden tener diferentes aumentos e ir montado en gafas para facilitar su uso o bien para su uso puntual, con un clip manual o colgado al cuello.
Telescopios invertidos: sirven para ampliar el campo visual. Ideal para las personas que tienen pérdida de campo periférico.
Lupas: sirven para aumentar el tamaño de los objetos. Existen muchos tipos de lupas: manuales, con soporte, con luz, etc. Nosotros los guiaremos para encontrar la más adecuada en su caso.
Microscopios: también llamadas gafas-lupas. Facilitan la visión de cerca con gran posibilidad de aumentos. Tienen la ventaja de ir montadas en una gafa dejando las manos libres y el inconveniente es que hay que acercarse mucho al texto. Es ideal para una lectura continuada.
Telemicroscopios: nos permite ver de cerca pero a mayor distancia de observación que un microscopio, aunque el campo visual es más reducido.
Es la ayuda con máxima magnificación. Tienen varias opciones como cambiar la medida de la letra y diferentes colores de fondos y texto, que facilita la lectura o escritura a las personas con baja visión. Existen gran diversidad de modelos: fijos, portátiles, aplicaciones en tabletas o teléfono móvil.
Las personas con baja visión necesitan una buena iluminación, que no provoque reflejos ni moleste a los ojos. Los asesoraremos sobre el tipo de iluminación más adecuada, donde situarla y como utilizarla.
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